Título: WGP 2 (World Grand Prix 2)
Producción/Desarrollo: Taito
Lanzamiento en Japón: marzo 1991
Hardware: Específico (2 x 68000)
Tamaño de ROM: 52,50 Megabits
Doce meses después del estreno del primer WGP (World Grand Prix), Taito proponía una secuela en forma de kit de conversión para la cabina original. Pese a tratarse de una máquina que logró cierta popularidad, sus creadores no debieron quedar del todo satisfechos con el resultado, pues para esta nueva versión se acometieron importantes cambios de diversa índole. Vamos a comprobar si lograron mejorar el resultado precedente, del que ya dimos cuenta en el capítulo que le dedicamos.
En un primer vistazo, lo que resulta más evidente es la sustitución de la perspectiva en primera persona del original por una mucho más convencional, tomada a unos metros de la espalda del piloto. Un cambio que, aunque inicialmente podría ser visto negativamente, al eliminar la espectacularidad intrínseca de la toma subjetiva, para nosotros fue una decisión acertada; como ya mencionamos en el análisis del primer WGP, aquel intento de recrear lo que veíamos desde el casco del piloto presentaba múltiples deficiencias, desluciendo mucho el resultado final.
En esta ocasión, aunque el motor gráfico sigue adoleciendo de cierta brusquedad en la animación, así como de parquedad en la cantidad y definición de los elementos ornamentales de los circuitos recreados, la nueva perspectiva convierte a WGP 2 en una experiencia bastante más divertida, pues ahora sí resulta factible pilotar con precisión.
El otro cambio de entidad afecta a la propia estructura del juego. Aquella especie de modo campeonato de ocho carreras en la que bastaba con acabar entre los seis primeros puestos para continuar, es sustituido por un sistema mucho mas apropiado para una recreativa de conducción; al iniciar la partida, el jugador debe elegir uno de los cuatro circuitos disponibles (réplicas de algunas de las mas famosos de entonces) y disputar una carrera contrarreloj a cinco vueltas.
Aquí ya no importa la posición final, pues la continuidad depende exclusivamente de la típica cuenta-atrás; la partida finaliza si esta llega a cero, o también si se completan las cinco vueltas dentro del objetivo de tiempo. Por tanto, una partida de WGP 2 no se extiende más allá de los siete minutos, según el circuito escogido al inicio. Un cambio radical con respecto a la primera parte, donde se podía llegar a veinte minutos de juego; una duración excesiva, tanto desde el punto de vista de los dueños de los salones recreativas, como del propio jugador, pues como ya se dijo en su día, el primer WGP resultaba sumamente aburrido.
Menos esfuerzos se destinaron al apartado del sonido. Los efectos se mantienen muy similares a los de la primera parte, destacando la recreación del peculiar ruido que emitían las motos de Gran Premio en aquella época. Al menos, se sustituyeron las dos melodías de acompañamiento de aquel por otras nuevas. Estas siguen resultando un tanto insípidas, pero la que suena en la última vuelta de las carreras goza de cierto encanto. Lástima que continuamente queden tapadas por el continuo -y molesto- pitido que avisa de la presencia cercana de algún rival.
Por lo demás, WGP 2 es un arcade de motos que, aunque sigue sin estar a la altura de otras juegos similares, puede resultar de interés para aquellos que buscan superar sus mejores tiempos de carrera en este tipo de propuestas. El resto de jugadores lo abandonaran rápidamente, pues los rivales siguen siendo igual de lentos y torpes que en su predecesor y la emoción brilla por su ausencia; sólo jugando contra otro jugador (principal razón de ser de este juego) se puede llegar a disfrutar de cierta emoción, pero se nos ocurren muchos otros juegos mejores para este tipo de partidas a dobles.
Por alguna razón, parece que esta nueva versión sólo llegó a comercializarse en el mercado recreativo japonés, como actualización para el primer WGP. La total ausencia de documentación gráfica nos hace pensar que debió circular un número muy reducido de unidades, pues no se suele ver en el mercado de segunda mano, y ni siquiera hemos sido capaces de localizar un folleto promocional para el artículo. Afortunadamente, se encuentra preservado y emulado en MAME; aunque su emulación presenta todavía ciertas deficiencias técnicas, no son obstáculo a la hora de jugar, lo que abre la posibilidad de probar una de las recreativas con tecnología Super Scaler más escurridizas y desconocidas de todas las que hemos tratado -y trataremos- en estos monográficos.
Parece ser que no se lucieron mucho con esta secuela, viendo las capturas no se observa un juego que haya dado un gran salto técnico y, comparado con otros juegos leídos aquí, no da pie a jugar poco más que por curiosidad, un saludo y seguir así.